En estos tiempos de confinamiento, confieso que he comprado libros online, sobretodo en Amazon porque te los traen a casa. El otro día buscando un libro, para mi asombro, me di cuenta de que ya puedes auto publicar tus propios libros en Amazon. No podía creer que se ya se pueden vender tanto en un formato digital -que se leen en dispositivos- o libros con tapa blanda, que Amazon imprime individualmente y entrega al comprador en tiempo record.  ¡Menuda oportunidad! Fue un momento esclarecedor para mí.

Entonces entro de lleno en enero con las pilas puestas y me apunto a un “Reto de 7 días» que ellos mismos lanzan para darnos un empujón y meter a más gente en sus talleres. Empezamos con ejercicios diarios y, aunque tengo ya la disciplina de escribir, me pongo a hacerlos. Por fin puedo publicar el libro que tanto tiempo he deseado escribir, sin tener la censura de mi título por contener la palabra cáncer. Ahora no puedo echar culpas fuera, porque ya puedo llamar a mi libro como yo quiera.

El cáncer fue mi despertador. Gracias a él descubrí el tratamiento tan vanguardista que tuve el privilegiado que seguir y que me ha permitido superar el cáncer sin sufrir. Sin quimioterapia, sin radioterapia, sin mutilación, sin perder el pelo y sin efectos secundarios. 100% natural y con base científica. Según mi médico lo que hicimos fue reforzar el sistema inmunitario, que es el que realmente cura.

Otra vez, vuelvo a toparme con el tabú de la palabra cáncer. Ponerla en un título echa para atrás. Pero no sé cómo puedo explicar mi experiencia de sanación sin mencionar al detonante «C». Así que, tengo que ponerle un título atractivo, sin la palabra «C» para que invite a leerlo. Sólo si crea interés podrán leerlo y aplicarlo en sus vidas para proteger su salud actual y futura. He de ser clara en el mensaje del título para ofrecer resultados fiables. Estos 10 años me han dado la seguridad de poder decir que esto funciona y yo soy la prueba viviente de que funciona. Porque la salud es algo muy serio. Con la salud no se juega.

Y ahora me siento una completa inútil para encontrar el título de mi deseado libro. Ya nadie me censura, ahora es el lector el que elige los libro por el título. Tengo que ponerle nombre atractivo. 

Me atrevo a decir que también estoy ayudando cada año a cientos de mujeres que me contactan desde América del Sur porque no hablan inglés. Desafortunadamente la información de vanguardia online está en inglés. Mi libro va dirigido a todas esas mujeres que no hablan inglés y que no tienen la información que a mí me salvó la vida, gracias a que sí hablo inglés.